¿Y si el autor de este libro, tachado de violador por escribir un cuento protagonizado por un violador, fuera REALMENTE un violador?
¿Y si una mujer SÍ se mereciera una paliza de muerte?
¿Y si, por fin, Dios se manifestara en la Tierra y A FAVOR del terrorismo?
Tres años después de la publicación del polémico "Todas putas", cuya prohibición se planteó en plena democracia y a raíz del cual su autor fue acusado de hacer apología de la violación y la pederastia, Hernán Migoya responde, con "Putas es poco", desde su única atalaya legítima: la literatura.
"Putas es poco" habla de amor, soledad, alienación y demencia en una sociedad que castiga al que disiente y premia la compasión fingida. Con humor y desgarro nihilista, desde el más insobornable individualismo e incapaz de adherirse a causa colectiva alguna, el escritor desvela el romanticismo de la crueldad a través de unas historias de fantasía exuberante e irreplimible lirismo.