La obra de Kafka constituye una de las cumbres de la literatura alemana del siglo XX, considerado como el miembro más destacado en la Escuela de Praga. Sus escritos representan la paradoja del sueño cargado de un realismo extremo que va de la ironía a la lucidez, y de ésta al absurdo, con un estilo innovador además de lírico y dramático.
En «Die Verwandlung» hay un planteamiento evidente de la angustia del hombre frente a una vida sin sentido, condicionada a la imposición de normas y a la satisfacción de las exigencias ajenas.