Para los jóvenes de los años 50 Romano Guardini fué un maestro inolvidable. Con su palabra cálida, bien ritmada y siempre incisiva nos introdujo a sus discípulos en el secreto de múltiples temas, tan sugestivos como importantes para nuestra vida: el sentido de las obras de arte, la hondura de la oración litúrgica, la eficacia pastoral de la oración popular, el atractivo misterioso de la figura de Jesús, el alcance de grandes figuras del pensamiento y la literatura (Sócrates, Platón, San Agustín, Dante, Pascal, Hölderlin, Rilke, Dostoievsky...). Estos estudios eran publicados con relativa celeridad y difundían las enseñanzas del profesor y el sacerdote a un público muy amplio. En no pocos lugares se formaron grupos de jóvenes para asumir su doctrina y su espíritu.
Tras el Concilio Vaticano II, la atención de numerosos lectores se centró en otros autores y temas, y la popularidad de Guardini decayó notablemente. Con ocasión de su muerte, en 1968, se publicaron varios escritos suyos autobiográficos y diversas monografías sobre su vida y obra. Ello reavivó el interés por su pensamiento, y llevó a la Academia Católica Bávara a promover la edición de sus Obras Completas (en las editoriales M.Grünewald, de Maguncia, y F. Schöningh, de Paderborn).
Podemos pensar que esta vuelta a Guardini va a revestir especial intensidad por dos razones básicas: 1ª) el mejor conocimiento de su biografía nos ha hecho su figura más cercana y más aleccionadora todavía, si cabe; 2ª) la tarea que abordó intensamente en su vida sigue siendo actual y urgente.
Filosofia / Religião e Espiritualidade