La historia arranca en el apartamento de la santera y asesora del Presidente dominicano Esther Escudero, llamada también Omicunlé desde que, en un rito afrocubano, se convirtiese en servidora de la diosa del mar Yemayá. Su joven mucama, Alcide Figueroa, a la que Esther ha apartado de la prostitución gracias a la colaboración de otro personaje fundamental, Eric Vitier, está a punto de vivir una historia de pasados, presentes y futuros vertiginosa y, por momentos, aparentemente imposible más allá del relato. Las deidades afroantillanas que habitan el mar Caribe, la música tradicional y la música electrónica, el sexo en todas sus formas (incluso el cambio de sexo), los bucaneros del siglo XVII o los grabados de Goya son otros de los cimientos sobre los que se alza este texto lleno de intrigas y deseos, lleno de aristas y de falsas certezas. Lleno también de tramas y subtramas; de esos intereses políticos, es decir, públicos, que suelen pasar por muchas novelas del presente de un modo inane.
Literatura Estrangeira