El advenimiento de una inmovilidad deshumanizada y cruenta, de exilio y encarcelamiento, se conjuga con la necesidad y búsqueda de una libertad irrestricta de alguna forma expresiva. Entre las secuelas represivas y de la violencia, una praxis transgresora afecta los códigos y el imaginario de este personaje.
La inminencia de la crueldad y el espanto nos hace cómplices agazapados y sin resistencia alguna de la ferocidad de esta motosierra humana.